Viaje al Sureste de Francia – Parte 1 – Villefranche de Conflent

Es sabido por todos que Francia tiene infinidad de atractivos turísticos y para todas las edades. Sin embargo, es desconocido por muchos que el sureste del país vecino, a pocos kilómetros de la nuestra frontera, existen multitud de actividades para todos los gustos. Además, el paraje es precioso ya que conviven mar y montaña y, cómo no, la gastronomía es excelente, ¿se puede pedir más para unas vacaciones en familia?

El Sureste francés es uno de nuestros destinos habituales y en cada visita vamos descubriendo nuevas actividades y rincones con encanto cuya visita es más que recomendada. Te invitamos a que conozcas el Sureste de Francia a través de nuestro blog en donde os proponemos distintos planes.

Hoy os proponemos un día por Villefranche de Conflent, un pueblo muy pintoresco en el interior del  departamento de los Pirineos Orientales con varias actividades para niños y toda la familia. Abróchate los cinturones que arrancamos, ¡Bon voyage!

Villefranche de Conflent

Al pie de la montaña del Canigou, la más representativa de los Pirineos Orientales, se encuentra Villefranche de Conflent, una villa medieval amurallada considerada como uno de los pueblos más bonitos de Francia.

Pasear por sus calles es como volver al pasado, eso sí, las tiendas de souvenirs hacen que vuelvas al presente y te pierdas entre joyas, juguetes de madera, gastronomía local, etc.

Uno de los atractivos de Villefranche de Conflent es su muralla con almenas, las cuales se pueden visitar, bien por libre o en visita guiada (aproximadamente de 1 hora).

Junto a los muros de la ciudadela confluyen dos ríos que la rodean, el Têt y el Cady, por lo que un paseo cercano al agua y contemplando las montañas y el Fort Libéria es plan muy interesante.

Además del interés que el propio pueblo despierta, Villefranche de Conflent es el municipio desde el que realizar dos actividades que nosotros consideramos imprescindibles: la visita a las Grutas de Canaletas y un recorrido por la montaña en el Tren Amarillo.

Las Grutas de Canaletas – Grottes des Canalettes

A poco menos de 500 metros desde la entrada a la villa de Villefranche de Conflent se encuentran las Grutas de Canaletas. Se trata de unas cuevas subterráneas de increíble belleza donde poder contemplar unas formaciones geológicas únicas, para algunos las más espectaculares de Francia, incluso llegan a llamarlas el «Versalles subterráneo«.

Las Canaletas se componen de varias galerías muy espaciosas interconectadas por pasillos cuyo recorrido no entraña dificultad para los niños. No obstante, es importante destacar que existen algunas escaleras metálicas en donde hay que tener un poco de cuidado para no tropezar y, por supuesto, no llevar carrito (el nuestro se quedó en la entrada donde permiten depositarlos).

En el interior de estas cuevas existen distintas acumulaciones de agua que conforman pequeños lagos interiores. El reflejo de los techos en el agua y la iluminación de la cueva crea un efecto mágico que deja boquiabiertos a grandes y pequeños.

Es importante destacar que en el interior de la cueva suele haber una temperatura de unos 15ºC por lo que es imprescindible llevar algo de abrigo incluso en verano.

Durante los meses de julio y agosto, en el interior de la cueva tiene lugar un espectáculo de luces y sonido que merece la pena disfrutar.

El Tren Amarillo – Le Train Jaune

Desde la estación de Villafranche de Conflent comienza el recorrido de este emblemático tren, una oportunidad única para disfrutar de un paseo de alta montaña en vagones que rezuman historia.

Este tren de tracción eléctrica fue construido para conectar los pueblos de la Cerdaña, atravesando el valle del río Têt y recorriendo un total de 63 km hasta llegar a la estación de Bolquére, la más elevada del país vecino.

El atractivo del Tren Amarillo, aparte de ser curioso en sí mismo, es disfrutar de unas vistas increíbles del paisaje pirenaico a una velocidad de no más de 55km/horas. Además, a su paso, el tren atraviesa varios túneles y dos importantes viaductos, el Puente Gisclard (metálico) y el Puente Séjourné (de granito), lo que le da más emoción a la experiencia.

Este tren combina vagones antiguos y modernos, y en verano cuenta con algún vagón descapotado que es la mejor elección, más aún yendo con niños. Dado que el recorrido completo puede ser un poco largo (hay que tener en cuenta que no es trayecto circular y por lo tanto hay que tomar el tren de vuelta), recomendamos salir desde Villefranche de Conflent y retomar el camino de vuelta desde algunas de las estaciones intermedias.

Es importante señalar, que el tren, aunque dispone de calefacción, la temperatura desciende bastante según se va acercando a las zonas altas de montaña, por lo que se recomienda llevar algo de abrigo. Asimismo cabe destacar que no dispone de baño.

 

 

 

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