¿Actividades de repaso en verano?

Tras el curso escolar, llega el verano y las ansiadas vacaciones. Es momento de cambiar los lápices por los globos de agua, la loción antipiojos por la crema solar y el cole por la piscina o la playa. Afortunadamente, el verano da para mucho: para descansar, para jugar, para viajar, para descubrir… ¿y para repasar lo aprendido durante el curso?

Son diversas las opiniones de profesionales y padres al respecto y el debate está candente. Algunos son partidarios de realizar actividades de repaso durante el verano, otros tantos son totalmente contrarios. Aquí conocemos las dos posturas.

¿Por qué hacer repaso en verano?

Estas son algunas de las razones que apoyan los defensores de la continuidad de las tareas tras el curso escolar:

  • Ayuda a reforzar los conceptos aprendidos en clase
  • Permite  establecer y/o conservar una pequeña rutina o hábito durante la época estival
  • Refuerza los lazos entre niños y padres con la colaboración en las actividades de repaso e incluso acerca a ambos al colegio y la labor de estudio.

Por supuesto, las actividades y duración de las mismas deben adecuarse a la edad y el nivel de los niños.

¿Por qué huir de los deberes en verano?

Los detractores de los deberes estivales se apoyan en que éstos pueden acarrear consecuencias negativas para los niños:

  • Pueden suponer una presión “extra” para los niños
  • Limitan el tiempo de interacción con la familia
  • No permiten disfrutar de un pleno descanso tras el curso escolar
NUESTRA OPINIÓN: REPASO SÍ

En nuestra opinión, y lejos de ser expertos en el tema (ni siquiera aún como padres), un pequeño repaso en verano siempre es positivo, pero en su justa medida. Si las actividades de repaso se plantean de una forma ludica y de tiempo reducido, creemos que es beneficioso para ellos.

Actualmente son muchos los recursos disponibles para hacer un repaso escolar divertidos: libros de actividades, juegos interactivos, aplicaciones móviles, programas de televisión, etc. Tan sólo es necesario encontrar los más apropiados para cada niño.

Además de ser beneficiosos por los motivos arriba comentados, creemos que pueden favorecer la adaptación a la rutina y sobrellevar la posible depresión post-vacacional de la vuelta al cole.

En casa hacemos este repaso un poco después de comer, cuando aún el sol pega fuerte y se recomienda estar a la sombrita. De esta forma, el tiempo pasa rápido y tras hacer el repaso, ¡nos vamos a la piscina!

Y tú, ¿qué opinas? Repaso en verano, ¿sí o no?

 

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